Allí estaban todos menos uno del resto de componentes de Psychosomatic comiendo.
Me llamaban por teléfono pero hablaba por una cucharilla de té y finalmente me iba a pedir algo de comer cuando me dí cuenta de que llevaba aparatos y el camarero del restaurante era uno de los del bar de los gays.
Ahora me voy a estudiar y hacer pasteles para recordar que tengo una vida normal, aquí en la realidad.
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